La equipación se completó con pantalones azul marino y medias rojas. Además en ocasiones especiales (sobre todo en categorías inferiores) se combinó la camiseta roja con los pantalones y medias blancos del primer uniforme, siempre en función de la vestimenta de los rivales. De alguna manera, muy variadas dependiendo de la categoría de la que hablemos, la gran mayoría de las camisetas que se producen y se utilizan por los clubes de fútbol españoles encuentran una nueva utilidad.