Considera que su país no potencia lo suficiente el fútbol femenino y, por eso, anunció el pasado 26 de febrero que no iba a acudir a Francia. Pues sí, lo de Scolari ha sido pura demagogia, pero desafortunadamente de eso y de otros aspectos igual de rancios se nutre gran parte del mundo del fútbol internacional (entendiéndose por internacional las competiciones a nivel de naciones).