El comentario ha dado lugar a que la propia pareja de Rapinoe, la jugadora de baloncesto Sue Bird, escribiera una carta defendiendo a su chica, contando sus sentimientos frente al asunto, y poniendo en valor cómo el éxito cosechado por la jugadora durante el Mundial, que la consagra como “superestrella gay”, ha ayudado a dar visibilidad al colectivo. Si esto constata algo es que, durante sus largos años en el candelero (primero como autor de cómics y ahora como galardonado novelista), Gaiman ha demostrado que tras su imagen de señor amable y culto late un ego como un piano.