Más allá de los conflictos violentos que pueden surgir, y de hecho surgen, entre distintas aficiones, los cuales cada cierto tiempo arrojan cifras de muertos y víctimas, sobresalen historias como la de Murtanza Ahmadi y que comienzan, precisamente, con algo tan simple como una camiseta, en este caso de Leo Messi. Ahmadi era un niño de tan solo cinco años de edad que vivía en Joguri, un pueblecito de Afganistán donde, al no disponer de los recursos necesarios, se fabricó su propia elástica a partir de una bolsa de plástico a la que dibujó los colores de la selección argentina y el nombre del astro del fútbol.